Ha llegado el verano y eso sólo puede significar sol, playa, piscina, días más largos y vacaciones. Sin embargo, no todo son ventajas: muchas personas notan que durante esta estación comienzan a perder más cabello de lo habitual. Los mechones en la almohada, en el peine o en la ducha parecen multiplicarse y esto genera dudas y preocupación. Pero ¿es verdad que en verano se cae más el pelo? ¿Es algo normal o deberíamos alarmarnos?
Antes de sacar conclusiones precipitadas, es importante entender cómo funciona el ciclo capilar y cómo influyen factores externos —como el sol, el calor, el agua del mar o el cloro de la piscina— en la salud de nuestro cabello. En este artículo te explicamos por qué es frecuente notar mayor caída de pelo durante los meses cálidos y qué puedes hacer para proteger y cuidar tu melena en esta temporada.
¿Es normal que se caiga el pelo en verano?
Sí, es totalmente normal que durante el verano, y especialmente a finales de esta estación, —entre julio y septiembre en el hemisferio norte—, aumente la caída del cabello. Este fenómeno se debe a varios factores biológicos y ambientales que coinciden durante esta época del año.
En primer lugar, el cabello tiene un ciclo natural de crecimiento que se compone de tres fases: anágena (crecimiento), catágena (transición) y telógena (caída). En condiciones normales, cada día perdemos entre 50 y 100 cabellos y eso forma parte del ciclo regenerativo. Sin embargo, se ha comprobado que durante el verano y el otoño más folículos entran en fase telógena, lo que hace que la caída se intensifique. Se trata de una reacción del organismo, similar a la que se observa en algunos mamíferos que mudan el pelo según la estación.
Además del componente natural, hay factores externos que intensifican este proceso:
- La exposición prolongada al sol puede debilitar el cabello y dañar el cuero cabelludo.
- El agua salada del mar y el cloro de las piscinas resecan y rompen la fibra capilar.
- El calor excesivo y el sudor favorecen la acumulación de grasa e impurezas, lo que puede obstruir los poros y debilitar el bulbo piloso.
- Los cambios hormonales y emocionales que suelen darse en vacaciones (relajación, viajes, alteración del sueño, alimentación irregular) también afectan el equilibrio del cuerpo.
Por lo tanto, si estás notando una caída más intensa de lo habitual en verano, no te alarmes. En la mayoría de los casos, es algo temporal y reversible, que se estabiliza en pocas semanas sin necesidad de tratamientos médicos.
Eso sí, si la caída es excesiva, persiste más allá de tres meses o notas zonas despobladas, pérdida de densidad notable o síntomas como picor o enrojecimiento en el cuero cabelludo, lo mejor es consultar con un dermatólogo o tricólogo. Podría tratarse de otra causa, como alopecia androgénica, deficiencia de hierro, estrés crónico o problemas hormonales.
Cómo cuidar el pelo
Aunque no podemos evitar completamente la caída estacional del cabello, sí podemos minimizar sus efectos y mantener un pelo más sano y fuerte durante el verano. Aquí te compartimos algunos consejos clave para proteger tu melena del sol, el calor y otros agresores externos:
1. Usa protección solar capilar.
Al igual que tu piel, tu cabello también necesita protección contra los rayos UV. Existen sprays, cremas y aceites capilares con filtro solar que ayudan a prevenir el daño estructural del pelo y la irritación del cuero cabelludo.
2. Aclara el cabello después de bañarte.
Tanto el cloro como la sal pueden dañar el cabello. Por eso, es importante aclararlo con agua dulce tras salir del mar o la piscina para eliminar residuos que lo resecan o debilitan.
3. Evita el uso excesivo de calor.
Durante el verano ya estamos expuestos al calor ambiental, por lo que conviene limitar el uso de planchas, secadores y rizadores. Si los usas, aplica un protector térmico antes y selecciona temperaturas bajas o medias.
4. Hidrata tu cabello regularmente.
El sol y el agua resecan el pelo, por lo que es clave usar mascarillas nutritivas una o dos veces por semana, así como acondicionadores con ingredientes como aloe vera, aceite de argán o keratina.
5. Cepilla con suavidad.
Elige peines de púas anchas y cepilla el cabello con delicadeza, especialmente cuando está mojado, ya que es más frágil y propenso a romperse. No lo frotes con la toalla al secarlo.
6. Come bien y mantente hidratado.
Una dieta rica en vitaminas del grupo B, zinc, hierro y proteínas ayuda a mantener el cabello fuerte desde el interior. Beber suficiente agua también es fundamental para evitar la deshidratación capilar.
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7. Recoge el cabello si estás expuesto mucho tiempo.
Usar sombreros, pañuelos o gorras puede ayudarte a proteger el pelo del sol directo, del viento y del sudor. Evita hacerte coletas muy tirantes, ya que pueden generar tensión en la raíz.
8. Corta las puntas regularmente.
Esto no evita la caída, pero sí mejora el aspecto del cabello y previene que las puntas abiertas suban por el tallo capilar. Un corte ligero al inicio o al final del verano es una buena costumbre.
Con una buena rutina de hidratación, protección solar, alimentación adecuada y productos apropiados puedes disfrutar del verano sin preocuparte demasiado por tu melena. Y recuerda: si la caída persiste o es muy intensa, lo mejor es consultar con un especialista que pueda hacer un diagnóstico preciso y ofrecerte el tratamiento más adecuado.